Quería hacer un recetario para mis hijos, que pudiesen ver y hacer las comidas que han conocido desde siempre, pero me animaron a hacerlo en un blog donde no solo ellos pudieran tener acceso. No cocino sólo porque hay que comer sino porque me gusta y disfruto haciéndolo. Quiero que mi cocina sea la más sana posible, basada en la dieta mediterránea. Siempre estoy abierta a cualquier innovación, propuesta o consejo. Además aprovecho este blog para hablar de otros temas del día a día.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Paleta de cordero segureño al horno

Dificultad: fácil

Ingredientes para 5-6 personas (depende de la persona)
  • 2 paletillas pequeñas de cordero segureño 
  • 3 patatas grandes
  • 2 cebollas
  • 4 dientes de ajo
  • tomillo, laurel, pimienta en polvo y perejil
  • sal
  • 1 cucharada de vinagre
  • 1 vaso de agua
  • 3 cucharadas de aceite
  • 4 lonchas de bacón

Elaboración
En una rustidera grande para horno vamos a poner las patatas y las cebollas cortadas en ruedas no muy finas, se espolvorean con sal, pimienta y las hierbas. Colocamos encima las paletillas de forma que entren bien en la rustidera y echamos sal y nuevamente hierbas y pimienta, se coloca el laurel y el tomillo entre las paletillas así como los ajos troceados puestos de forma estratégica a lo largo de todo el recipiente, regamos con el agua, el vinagre, el aceite y finalmente colocamos las lonchas de bacón por encima, dos en cada pieza de cordero, metemos al horno previamente caliente a 170º y dejamos hacer  unas 3 horas dando vuelta para que se dore por ambos lados, si hace falta se añade algo más de agua con sal para que siga la cocción, el cordero debe quedar que se desgarre fácilmente.
Este cordero está muy bueno y debe ser pequeño, (lo normal 13 o 14 kg), no es como el lechazo de la cocina castellana porque son completamente distintos, mi cuñado Paquito nos trae un corderito de su pueblo de Segovia en Navidad, que sólo se cocina con agua-sal y al horno y está exquisito, no son comparables.
El cordero lechal tiene una grasa saturada que se concentra en vísceras y debajo de la piel que son fáciles de retirar para ingerir menor cantidad de grasa, nos aporta hierro que se asimila fácilmente así como vitaminas del grupo B, ayuda a la formación de glóbulos rojos, etc, por tanto hay que comer cordero de vez en cuando y el resto del tiempo otras carnes menos grasas, el secreto está en comer de todo en su justa medida.

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